Mi primer pequeño viaje en mi 220f (editado con img)

por Kitsune Mar Dic 04 2012, 17:33

(imagenes agregadas en "spoilers" para que no les molesten al cargar)
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Hola a todos...!

Como 1era publicacion escribo para contarles de mi primer viajecito en mi india...
(espero que este tipo de publicaciones vaya en esta parte del foro y no le haya errado, la verdad que aun no me familiarice del todo)

Habiendola rodado unicamente en ciudad y con apenas una salida a la ruta hasta la ciudad de Juarez (menos de 100 km de Tandil) para el encuentro que se hizo en esa ciudad, pero no habia sido la gran cosa y sentia que estaba necesitando un poco mas.

Llego el dia viernes, eran las 9.30 de la mañana y estabe en mi trabajo. Yo seguia dudando sobre que hacer el fin de semana. El dia estaba horrible y yo salia de trabajar recien a las 19.30, con el cansancio de toda la semana y habiendo dormido poco. Tendria que esperar al sabado para decidir si ir o no y a donde, lo cual no garantizaba que fuera temprano... y dudaba, y dudaba.

Me llega entonces cerca del medio dia una pregunta: ¿cuando vas a venir por La Plata?

Mi respuesta casi automatica y sin pensar fue: Iria hoy mismo si estuviera lindo! pero parece que el cielo se va a caer en cualquier momento.

Casi como si hubiera sido una especie de reclamo hacia la naturaleza, conforme fueron pasando las horas las nubes se fueron disipando, y para las 5 de la tarde ya relucia el sol (o lo poco que entraba de su reflejo) desde lo alto de la ventana del piso de ventas.

No me podia hechar atras! habia dicho algo, y el clima se habia revertido como si fuera una epifania. Si lo pensaba mucho lo iba a ver como una mala idea: De noche, por una ruta que desconocia en su totalidad, una distancia bastante considerable y sumado a eso el hecho de que era hasta un poco insensato viajar tan cansado como estaba.

Le pregunte a un compañero de trabajo por donde era conveniente ir: de aca a Ayacucho, donde la ruta estaba medianamente fea, de alli hasta Brandsen donde los primeros 20 km estaba muy mal, y de alli derecho hasta La Plata.
Buscando una segunda opinion me ofrecieron una alternativa, con 50 km extras: Tandil - Ayacucho, de alli hasta Las Armas, y tomando la autopista viajar tranquilo hasta la entrada por la 44.
Como un tercer camino, otro compañero me dijo que el viajaba siempre por la ruta 3, que era mas facil para el.

La ultima opcion no parecia la mas viable debido al transito de camiones y al estado... tenia que decidir si hacer esos 50 km de mas pagando por la tranquilidad de la autopista, o bien no hacerlos y tener que cuidarme de los baches en el primer tramo entre Ayacucho y Brandsen.

Spoiler:

Me fui del trabajo sin decidirme, derecho a buscar mis cosas para no perder tiempo (sabia que iba a llegar tarde, pero cuanto menos tarde mejor). Pase por una casa de motos para comprar un litro de aceite sintetico y de ahi directo a calzarme las botas, un buzo extra, mi salvadora campera de cuero y dos mudas completas en la mochila, elementos de higiene basica, el tanque lleno y para las 20.30, 21 hs ya estaba por la primera salida de Tandil.

"El primer tramo hasta Ayacucho esta pasable" dijeron...

...un Desastre...!!!

Si ibas por la huella corrias el riesgo de romper algo por la cantidad y calidad ;) de pozos y lo roto de la ruta.
Si ibas entre las huellas, la ruta estaba extremadamente panseada! para arriba. Totalmente molesto para conducir tranquilo. Despues de llegar desde aca-tandil hasta aya-cucho y habiendo conocido el "bastante pasable" decidi que el "muy mal" de los primeros km hacia Brandsen podia esperar para otra ocasion.

En el trecho desde Ayacucho a Las Armas se empezo a ver algo naranja en el orizonte, adelante, un poco hacia la derecha: una luna del color de la lava empezaba a emerger desde la tierra. Tontamente, pense: quiza debo seguir la luna! asi no me pierdo!

La autopista fue muy entretenida, disfrute muchisimo el viaje. Las curvas directamente las doblaba muy fluidamente moviendo mi cuerpo hacia los costados de la moto y esta se inclinaba sola, en perfecto equilibrio y con la mayor suavidad. La Luna naranja iba apagandose hacia un blanco marfil mientras ascendia, siempre estando delante mio, como una especie de guia. En mis auriculares pasaban decenas de canciones distintas pero todas ellas acompañaban y encajaban perfectamente con la noche, las luces, el sentimiento de libertad.

Llegue, luego de muchos años de haberla dejado, a La Plata a eso de las 2.30 am. Pare en una estacion de servicio ubicada en frente de plaza Italia para sacarme parte de la ropa que tenia encima: La ruta habia estado fria pero la noche de viernes platense estaba lo suficientemente calida como para que todas las personas que me cruzaba estuvieran en remera, camisa, u otras prendas totalmente veraniegas.

Spoiler:

Un par de mensajes de texto despues, luego de comerme sin querer unos cuantos semaforos en rojo por el simple hecho de que no los vi (quiza debido al cansancio), y estaba tomando una cerveza y jugando al pool.

Spoiler:

La noche del viernes habia sido totalmente genial.

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El fin de semana en La Plata estuvo lindo, visitando gente, mucho sol, mucho pasear. Llego el domingo y si bien no era mi intencion volver a viajar de noche sabia que iba a terminar haciendolo: como todas vacaciones (por mas minimas que sean) uno nunca quiere que terminen y cuesta despegarse.

Spoiler:

La vuelta fue un poco mas aventurera: termine saliendo a las 19.30 exactamente.
Habia recibido una llamada de mi madre preocupada porque, hablando con su hermano, menciono que en Tandil estaba diluviando. Retome la 44 hasta el final, observando el cielo con precaucion: no me alegraba la posibilidad de que me agarre la lluvia. Avance manteniendo mi mente en la probabilidad de un viaje mojado, hasta que recorde lo poco que debia importarme; al fin y al cabo estaba totalmente descansado, y no iba a ser mucho mas que un poco de frio. Yo, que en mi pasado habia incluso atravesado calles inundadas en dias diluviantes con mi antigua Honda Wave cuando trabajaba en los mandados tanto en el centro de la ciudad como cerca de la ruta por las calles de tierra que se adentran en las sierras; sabia que no tenia nada que temer.

Disfrutando nuevamente el regreso por la autopista, quiza mas que en el camino de ida, todo cambio acercandome al camino entre Las Armas y Ayacucho. A medida que iba progresando en el recorrido mas gotitas de llovizna aparecian en mi casco. De a poco se iban incrementando... los ultimos kilometros hasta llegar a Ayacucho fueron muy largos, a medida que la lluvia aumentaba y de a poco iba entrando entre mi ropa. El frio se empezaba a sentir de a poco, pero se podia viajar bien. 30 km. antes de llegar, se habia desatado una lluvia tan intensa que apenas si pude ver el primero de los dos pasos a nivel que cruzaban la ruta; tanta era el agua que caia que tenia que extremar las precauciones a medida que la ruta mas averiada aparecia puesto que el agua al tapar los baches no podia distinguirse si era un terrible pozo o un simple desnivel. Cuando aparecian montes cerca, la ruta estaba cubierta por ramas y cortezas arrancadas de lo mismo, cual imagen de un camino que habia sido azotado por un viento terrible.

Los ultimos 60 km antes del cruze a Tandil fueron de lo peor: ya con el agua que habia ganado a todo lo impermeable, el frio, la ruta destrozada, el viento que me sacudia para todos lados y no me dejaba manejar tranquilo (cualquier velocidad superior a 70 km/h era peligrosa) y tras eso, la gente que intencionalmente me ponia la luz alta al no entender que no tenia luz mas baja que la baja... por suerte, mi musica me mantenia aun cuerdo, y me acompaño en todo momento.

Aproximadamente a las 2 am, luego de una hora de retraso por condiciones meteorologicas, llegue a mi casa. Me despoje de mis ropas mojadas, desarme el bolso, puse todo a secar... y me prepare a descansar como pudiera para el otro dia, porque a las 8 ya tendria que haber fichado en el laburo... y tendria una pequeña pero grata aventura para compartir su historia con mis compañeros de trabajo.