La gente del Chaco

Permiso. Quiero compartir con todos una nota que salió hoy en El Tribuno,
y que nos describe y describe nuestra tierra, con nuestros compañeros de foro.
Es otra realidad, un poco alejada de la realidad citadina.
Tinana, el cacique
La llegada
Pego los dos textos:
Tinana: el cacique con argolla en la nariz
El Gran Chaco es una mancha plana y verde incrustada en el centro de América del Sur, sobre los actuales territorios de la Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay. Bosques, esteros, aguadas y ríos silenciosos fueron motivo de disputa durante siglos. En el Chaco Salteño hoy viven algunas de las familias más carenciadas de la Argentina, sobre los caprichos de una naturaleza feroz, pero de incalculable valor económico y cultural.

Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia, es un municipio pobre en recursos, pero rico en diversidad y con un poco valorado privilegio: es uno de los pocos lugares del país en donde conviven pacíficamente cinco culturas aborígenes distintas. Algunas comunidades se recuestan sobre el río Pilcomayo y otras habitan el monte en forma dispersa.

Según el jesuita Pedro Lozano, la palabra "Chaco" representa, justamente, esa diversidad. En su Descripción Geográfica, de 1733, explica que los conquistadores eligieron ese nombre “por la multitud de naciones que la habitan”. Copiaron el concepto de la palabra quichua Chacu, que refería a una casería en conjunto, entre las diferentes comunidades del altiplano que acababan de conquistar. Los españoles lo llamaron el Gran Chaco Gualamba y no tardaron mucho en descubrir primero y en sufrir después la inquebrantable resistencia de sus habitantes.

Hoy, a unos kilómetros de Santa Victoria Este vive el criollo Lucio Rojas, de 74 años, en la misma casa que hiciera su bisabuelo Tiburcio Balderrama cerca de 1890, a unos metros del Pilcomayo, en la frontera natural con Bolivia. Tiburcio llegó con las excursiones del Gobierno Nacional que terminó en la conquista definitiva del territorio, en 1917. Lucio recuerda cuando los primeros aborígenes chorotes se instalaron en esas tierras. Los vio cruzar el río. Hoy, según la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas de 2004-2005, en la provincia, descienden de primera generación del pueblo chorote 2.147 personas. Cuando los chorotes cruzaron para la Argentina, todavía llegaban los ecos de muerte y de guerra del otro lado del río. A metros de ahí, Paraguay y Bolivia, se habían enfrentado durante tres años por las riquezas de esa tierra, hasta 1935.



La llegada

“Eran chorotes, algunos cruzados con tapiete, que hablaban un guaraní disfrazado”, recuerda don Lucio Rojas y se acomoda para comenzar el relato. “Como al mediodía se escuchó un griterío para la otra banda del río. Se oía la bulla: perros, hombres y mujeres. Mi abuelo me mandó a ver qué pasaba. Era una fila de aborígenes. Le dije que eran indios. Cuando nos vieron se largó uno. El abuelo le preguntó que querían. El hombre le dijo que querían pasar, porque los venía corriendo el Ejército de Paraguay.

¿Qué traen?

Cositas. Pero queremos pasar las carabinas.

Armas no, ni un arma me pasan. Estoy de acuerdo con que pasen ustedes, pueden hacer casas para ese lado, pero ni un arma, le dijo el abuelo. Al rato el hombre volvió con el resto y le empezaron a discutir bien fuerte. El jefe se llamaba Tinana. Tenía una argolla de palo, que le decían tendeta, colgada en la nariz. En las orejas tenía otras argollas bien grandes colgando. Era el único con aros entre las 20 familias grandes, llenas de criaturas.

Pero en esa época no había ni Policía, ni Gendarmería, ni nada. El hombre luego dijo: Vamos a enterrar las armas del otro lado, porque queremos pasar a la Argentina. Contentos pasaban, porque de este lado había paz”. Fue hace mucho tiempo ya".

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La guerra entre Paraguay y Bolivia, incitada por algunos de nuestros prohombres en complicidad con los Ingleses, cortó por el medio a algunos de nuestros pueblos y dejó un tajo que pareciera que se va curando. Para terminar de curarlo, deberiamos aceptar su cultura, como parte de nuestra cultura. Y ayudarlos a pescar en el mundo que se viene
Creo que en nuestros pagos aun podemos escuchar la historia de boca de quienes la han vivido,
y aun hay tierra por ver con ojos nuevos, y que debemos respetar porque no por ser nueva a nuestros ojos, y la tierra a nuestra mirada, esa tierra es de otras personas.

Amigo Leo ya te dije mil veces que no tienes que pedir permiso, se como quieres y aprecias la Zona Noroeste, que sea la ultima ves que pedis permiso para poster aqui...

Muy Buena Info como siempre amigasooo !!! se agradece el Aporte, saludos y espero alguna ves compartir una charla con vos en persona... Un abrazo !!!

Gracias Nico, no se volvera a repetir.
Lo de hablar, quien te dice, con suerte pueda volver al pago.
Estoy tendiendo el espinel para ver si engancho algo.
Y si no es permanente, en algun paso, de vacaciones.
Te aviso.
Otro abrazo como espantando poyos.

MorganLeo escribió:Gracias Nico, no se volvera a repetir.
Lo de hablar, quien te dice, con suerte pueda volver al pago.
Estoy tendiendo el espinel para ver si engancho algo.
Y si no es permanente, en algun paso, de vacaciones.
Te aviso.
Otro abrazo como espantando poyos.

Te tomo la palabra leo, cuando estes por Salta te invito a comer tamales a La merced... Espero que pronto estes por el pago nuevamente mi amigo !!! saludos !!!

Muy buen relato...! Un placer leer parte de ntra. historia indígena !!
Se ve q añorás ntros. pagos!!

FELICITACIONES LEO!! SEGUILAS CUANDO QRAS. !!
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Slds. !! ...oooooOOOO